08 abril 2010

...to build a home

...y ya llevo dos años en Madrid.
El tiempo pasa de largo y te come en el camino.

Hay recuerdos bonitos. Recuerdos muy muy bonitos. Y recuerdos tan fatales como la vida puede darte. He recorrido muchas calles. He entrado y salido de muchas estaciones de metro. Ha llovido. Ha nevado. Ha salido el sol. Con mi iPod. Con mis libros. Un periódico. La sonrisa de aquella. El cuento de este otro. Las quejas de ella. Las miradas de él.

Todo ha cambiado. A veces, vuelven los recuerdos y las ilusiones de aquellos amigos que en realidad nunca lo fueron. Y no pasa nada. Te acuerdas de los buenos momentos. Y ya. Los dejas estacionados en el tiempo. Guardados en la memoria. Y no más. De allí no pasan. Abres y cierras esa puerta sólo cuando quieres hacerlo. Cuando el ánimo te lo exige. Y sólo quedan aquellos que llegan y de verdad quieren quedarse. Aquellos que no son meras ilusiones. Que no son espectros de lo que hay o de lo que puedes tener. Ahora están aquellos que simplemente son. Son verdaderos. Así como verdadero es también el tiempo que te dedican. Y el que dedican a recordarte.

Sigues caminando. Aprendes a moverte al ritmo que te indica la ciudad. Días en que flotas como una pluma con la brisa. Días en los que sólo arrastras tus pasos bajo tu propio peso. Bajas. Subes. Adelantas. Sigues. Te sientes sólo. Pero volteas y hay gente. Siempre estás acompañado.

Y aunque al final todo se resume en que corriste de un lugar hacia otro, aún estás buscando algo. Persiguiendo algo. Soñando algo.

Porque, como dirían los de la Cinematic Orchestra: "I climbed the tree to see the world". Y yo estoy en este árbol, aquí y ahora, para aprender a caer, para volver a subir, para lograr eso que quiero para mañana. Para MI mañana.

Para hacerme un hogar.
Y para sentirme en casa algún día.

1 comentario:

Unknown dijo...

muy pero MUY bonito cindy

*ABRAZO*