20 mayo 2010

...orgullo "made in Venezuela"

Y esto es a manera de descarga personal.

Me molesta tremendamente el venezolano que vive en un loop que se repite sin cesar. Y sin dar descanso a los demás mortales que tenemos que escucharlo. Y es que vivo en contra del discurso pregrabado. Ese que aprenden en manada y que repiten como loros. Día tras día, sea quien sea y allí a donde vaya. Siempre hay un venezolano inepto repitiendo la misma cantaleta: "Venezuela es un país que tiene de todo". Eso a las mínimas. Si te salvas del más osado que, sin haber salido nunca del país, afirma vigorosa y absurdamente que "...por su clima, Venezuela es el mejor país del mundo".

Un cerebro puede ser muy prodigioso pero si no se explota su talento, sólo queda allí. En un adjetivo calificativo más. La verdadera cuestión está en sacar provecho de lo que se tiene y no sólo llenarse la boca diciéndolo mientras se está de brazos cruzados y sin hacer nada.

Venezuela tiene de todo. Si, es cierto. Nadie puede negarlo y yo no pretendo ser la primera. El problema del país y de su gente es que no aprovecha eso que tiene. Porque no sabe cómo hacerlo. Y porque es más fácil y cómodo aplicar la viveza común y aprovecharse de eso cuando ya el trabajo está hecho. Hecho por otro. Y todo lo que queda es de la boca para afuera.

Así como enchufan el repetidor automático de "Venezuela es lo mejor", también hay la creencia de que los que vienen de afuera son seres divinos y extraplanetarios que todo lo saben y todo lo pueden. Bien porque tengan estudios en el exterior o por lo que sea. Lo de afuera siempre vale más que lo nuestro. A MENOS QUE SE TRATE DE UN VENEZOLANO QUE SE HA IDO DEL PAIS Y HA TRIUNFADO. Allí si vale la persona. Allí si la quieren rescatar. Allí si la desean con fervor para tenerla de vuelta en el país y rendirle pleitesía. Es la única forma. ¿Por qué? Porque somos tan idiotas que sólo nos gusta lo nuestro cuando lo reconoce otro.

Para muestra un botón. Boris Izaguirre. Carlos Baute. Carolina Herrera. Patricia Velázquez. Son todos nombres que suenan, que hacen tilín. Porque están afuera. Porque, a pesar de la reticencia de la Venezuela que muchos adoran pero que nada apoya, alguien de afuera apreció su trabajo y su esfuerzo y les dio un lugar que su patria no les daría en mil años.

Me revienta leer críticas al futbolista Jeffren Suárez, jugador del Barcelona, por su negativa a integrar el equipo nacional de fútbol. ¿Por qué ahora si lo quieren? ¿Por qué se les hicha tanto el pecho diciendo que es venezolano? Ah claro, porque ya triunfó y porque todo el trabajo ya lo hizo otro. Siempre quieren la papa pelada. Pues no. No y no. Se aguantan. El crío no se siente venezolano. Y razón tiene. Al fin y al cabo, ha pasado más tiempo afuera que allí. Y, en el caso del decorador caraqueño Isaac Vegas. De haberse quedado en Venezuela, muy probablemente sería tratado como un maricón más, otro decorador cutre de la ciudad, vanguardista de cartón, diseñador de mercadillo. Pero claro, como emigró y se ha labrado un camino reconocido, es hora de que le den una portada dominical y todo el mundo lo conozca por su fama en el extranjero.

¿Qué clima ni que ocho cuartos? ¿Qué demonios tiene el clima de Venezuela? Ya supérenlo y dejen de utilizarlo como muletilla. Si Venezuela fuera tan especial y tan fabulosa, no habría tanta gente removiendo árboles genealógicos de seis generaciones hacia atrás para conseguir una nacionalidad europea y largarse con una mano adelante y otra detrás.

Aborrezco esa cinta pregrabada del orgullo "made in Venezuela".
Porque sólo es una falsa cubierta. Una tapadera del no saber hacer. Una mentira insensata.
Y realmente lo que me da es mucho asco.

2 comentarios:

Unknown dijo...

A los venezolanos nos gusta —y ha gustado siempre— estar con los vencedores, con los exitosos con los poderosos, para sentirnos vencedores tambien (será por osmosis).

Lastimosamente hemos sido y seguimos siendo los nuevos ricos del barrio. Somos a esos a los que invitan por obligacion o porque necesitan rial pero que nadie soporta en realidad. Lo unico que podemos exhibir (o de lo que podemos jactarnos es que tenemos playas o el clima o el petroleo) tres cosas que no dependieron de nuestro trabajo o esfuerzo para existir

Lo de removiendo árboles genealogicos quedó del carajo, la proverbial guinda en la merengada :)

Pauchis!! dijo...

Que pena que recien es que tengo la oportunidad y la dicha de leer este artículo. Sin embargo sé que no es tarde para decir que es un excelente trabajo!!!!!